martes, 24 de julio de 2007

 

La fundación de San Fernando de Bexar y Antonio Rodríguez Mederos


El 14 de febrero de 1729, el rey Felipe V respalda el que familias canarias viajaran al nuevo mundo con el objetivo de colonizarlo.
En esos años en Canarias, era época hambrunas, de penurias, de miserias...
El 27 de marzo de 1730 varias familias canarias, (muchas de Lanzarote, en concreto de Teguise) parten del puerto de Santa Cruz de Tenerife a bordo del barco de 183 Tm, “Stma. Trinidad y Ntra. Sra. del Rosario” bajo las órdenes del capitán don Jacinto Mesa. Tras un año de duro recorrido desde las islas hasta Veracruz vía la Habana y desde allí a través de México en una caravana hasta Texas, logran el 9 de marzo de 1731 llegar a la zona en donde fundarían la actual ciudad de San Antonio de Texas (en un principio conocida como San Fernando de Bexar).
En el viaje suceden infinidad de peripecias, (desde la muerte de alguno de los emigrantes, hasta el nacimiento de otros), ataques de los indios, incorporación de otros colonos después de la estancia en Veracruz, etc.
A la llegada de los canarios, en la zona sólo existían cinco misiones religiosas y un presidio.
En San Fernando, se comienza la construcción en 1738 de la iglesia católica más antigua de EE.UU., la catedral de su mismo nombre, en honor a Ntra. Sra. de la Candelaria, y además se establece por primera vez un sistema de riego regulado por turnos según las tierras que se repartieron entre los colonos.
Entre las familias que emprenden esta aventura, iban el matrimonio formado por Manuel de Niz de 49 años, y Sebastiana de la Peña de 43 años, junto a ellos iba su hija Josefa de Niz, y el novio de ésta, Antonio Rodríguez Mederos, (el cual había prometido casarse antes de que se establecieran definitivamente en el nuevo continente).
Lo anteriormente expuesto tendría poca importancia si no tuviéramos en cuenta que esta familia era de Tamaraceite y que Antonio Rodríguez Mederos fue el artífice de la construcción de muchas de las acequias para regar las tierras de aquellos colonos basándose en los conocimientos adquiridos en su trabajo para la Heredad de aguas de Tenoya. Si, como leen.
Basándose en su saber sobre construcciones hidráulicas, organización de propietarios, etc., fue quien sentó las bases para la creación de la primera heredad de aguas en América, la cual sirvió como modelo para todas las que se crearon con posterioridad.
La reglas organizativas de la heredad de aguas de Tenoya, llegaron a América de la mano de Antonio Rodríguez Mederos.
¿Pero quien era este joven tan aventurero?
Vista actual de la acequia construida por Rodríguez Mederos en San Antonio.
Había nacido sobre 1712, y era hijo de Juan Rodríguez (el cual murió ahogado en una crecida del nuestro barranco, intentando salvar a sus vecinos cuando Antonio era niño, pues también trabajó en la Heredad de Tenoya) y de María del Carmen Mederos.
Posiblemente vivían en Tamaraceite.
Según una descripción que ha llegado hasta nosotros, Antonio era de estatura mediana, ancho de espaldas, blanco, nariz chata, ojos grises, pelo y cejas castaños, de cara regordeta marcada de viruela, y un grano en el cachete derecho
Con 18 años, decide embarcarse en la gran aventura americana y junto a su novia y suegros parten desde el puerto de Las Palmas a finales de febrero o principios de marzo de 1730 en la balandra “San Telmo”, capitaneada por don Juan Rodríguez Maestre, con destino al puerto de Santa Cruz de Tenerife para desde él partir hacia América
El 27 de marzo y después de retrasar la salida por causas ajenas a los emigrantes, parten rumbo al Caribe y después a Veracruz, para continuar a través de México hasta Texas.
Se casó en Quaticlan con Josefa de Niz, entre los días 27 de agosto y el 15 de noviembre de 1730.
Llega el 9 de marzo de 1731 a su destino, el presidio de San Antonio de Valero.
El 20 de julio de 1731, una vez creado el primer Cabildo en la villa de San Fernando, ya se le nombra mayordomo (gracias a que era uno de los pocos colonos que sabía leer y escribir), cargo que ostenta hasta 1736, en que se le nombra 4º regidor.
Durante estos primeros años de estancia en la recién creada villa, se le conocen las dedicaciones de labrador, acequiero, contratista y empresario además de su labor social en la villa.
Colaboró en la construcción de dos acequias que sirvieron para el abastecimiento de agua por un lado a las misiones y por otro a los colonos. La acequia de “la Concepción” (1732) la que regaba las misiones y más tarde la que abastecería a los colonos, la acequia de “San Pedro” (1738).
El haber terminado primero el canal que abastecía a las misiones hizo que tuviera problemas con los colonos, pero además recibió favores especiales de los monjes, los cuales le cedieron indios para que mientras él dirigía la construcción del canal ellos trabajaran y cuidaran sus tierras, lo que hizo que Rodríguez, pudiera dedicarse a labores que el resto de los colonos no podían y a la vez que sus convecinos lo tuvieran en entre ojo por culpa de este tratamiento de favor especial de los misioneros.
Llegó incluso a ser Juez de la Villa, y como culminación en 1741 es nombrado Alcalde.
Debido a los problemas mencionados con anterioridad, en junio de 1749 acusado por los vecinos, se decreta prisión contra él por abuso de poder, aunque en realidad lo que había era toda una trama para desacreditarlo debido al prestigio que con el paso del tiempo había ido adquiriendo en la villa. Con posterioridad, el 30 de octubre de 1750, se decreta su libertad, tras muchos avatares.
Solo he localizado el nombre de uno de sus hijos: Prudencio Rodríguez, que se casó con Polonia Curbelo.
Rodríguez Mederos, murió relativamente joven el 10 de abril de 1760 y está enterrado en la catedral de San Fernando.
Presidio de San Antonio de Valero al que arribaron los canarios en 1731 y lugar donde se desarrolló una importante batalla que marcó la histori de Texas, la batalla del Alamo.Las vidas de Antonio Rodríguez Mederos, Manuel de Niz, Sebastiana de la Peña, y Josefa de Niz, forman parte de la historia en muchas ocasiones olvidada, de nuestras gentes, de nuestra isla, por eso, desde estas líneas quiero recordarles, pues ellos llevaron a América parte de nuestra cultura, de nuestras costumbres, de nuestros genes y gracias a ellos, Tenoya, se hizo más universal.

Manuel De Niz, fue alcalde de San Fernando en 1734. Cuando estaban decidiendo que nombre ponerla a la Plaza de San Fernando, llamada en la actualidad “Plaza de las Islas” o “Main Plaza”, él propuso se le llamara “Plaza de Gran Canaria”.

En las fotos podemos ver una acequia de las construidas en San Antonio por Rodríguez Mederos y el edificio que en la época en la que llegaron los colonos era el presidio de San Antonio de Valero y que ha pasado a la historia como un símbolo de la historia de Texas (El Alamo)
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lunes, 16 de julio de 2007

 

Notas sobre el cultivo del azúcar en el Valle de Tenoya (siglos XV y XVI)






EL INGENIO AZUCARERO DE JUAN DE SIBERIO:

Una vez terminada la conquista de Gran Canaria por las huestes castellanas, la isla fue repartida entre los más destacados oficiales que participaron en la contienda, destacando Juan de Siberio, y alguno de sus familiares (María May) (1) que entre otros lugares recibe tierras en el Valle de Tenoya. (2)
En un principio la mayor parte de estas tierras iban acompañadas de su correspondiente agua para el riego y el destino que se pretendía dar a las mismas aparte de los cultivos de subsistencia, era el cultivo sobre todo de la caña de azúcar. (3)
Esta industria necesitaba de una infraestructura inseparable de este cultivo ya que para poder obtener el azúcar de caña es necesario un laborioso proceso realizado en lo que se denomina “ingenio azucarero”
Por supuesto, para Tenoya tenemos que en 1502 se autoriza a Juan de Siberio para que pueda construir...:
“..un ingenio para moler cañas dulces en el Valle de Tenoya, dentro de su heredad, lo puede hacer, y en nombre de sus altezas, le hace gracia y donación del dicho ejido tanto en cuanto por derecho, puede e debe, por virtud de los poderes que tiene, que puede moler con el agua del dicho Valle de Tenoya”. (4)
Para poder establecer un ingenio azucarero de las características de los que se instalaron en Canarias a finales del siglo XV, había que tener en cuenta una serie de condiciones orográficas:
Por un lado, debía estar situado en un lugar cercano a un cauce de agua (acequia principal de un heredamiento, cauce de agua constante o semi constante), y además bien comunicado (en el caso de Tenoya, tenemos el Camino Real a Arucas y Camino Real a Gáldar), no sólo con un puerto o embarcadero (El Portillo, Puerto de Sardina, Las Isletas), sino también con el resto de la isla y con lugares en donde existiera vegetación suficiente para la obtención de leña (quizás el más importante la Montaña de Doramas), ya que ésta es uno de los elementos imprescindible en el proceso de obtención del azúcar, y posteriormente para la fabricación de las cajas del transporte
En 1506, el licenciado Ortiz de Zárate, hace una reformación del heredamiento de Tenoya, en la cual dice textualmente: “...apruebo e confirmo las dichas veinticuatro suertes de tierra con la dicha agua para que se rieguen e aprovechen de ella por su dula de veinte en veinte días con tanto, para a los tiempos que el ingenio del dicho heredamiento e barranco molieres, siendo sobre el dicho ingenio, no puedan regar, dejándole libremente toda el agua con que pueda moler, por la que el dicho ingenio muela de día e de noche con tantos que no pueda doblar en perjuicio de las dichas heredades”. (5)
El 4 de junio de 1.507, Juan Bernal, pregonero, acredita en la Plaza Pública de la Villa del Real, los bienes de Catalina Guerra (mujer de Juan de Siberio), que entre otros son los siguientes:
“... Un ingenio de azúcar con su agua en Tenoya...”.
Y, “Otra suerte de riego dada a Juan de Ciberio, junto al cercado del ingenio...” (6)
En 1.513, Catalina Guerra, reclama cierta cantidad de agua que Lope de Sosa había desviado del barranco de Tenoya hacia Arucas, por que le era necesaria para regar y para el ingenio que ella tenía. (7)
El 18 de abril de 1515 en las constituciones sinodales de Vázquez de Arce, se hace habla del ingenio de Tenoya (8)
El 22 de abril de 1518 se presenta por parte de los propietarios de los ingenios una reclamación ante el Cabildo Eclesiástico por motivos del diezmo azucarero.
Catalina Guerra aparece como propietaria de uno de ellos (9)
En 1532 Jorge Fernández (cañaverero negro), tomaba a cura dos suertes de caña de soca en Tenoya pero teniendo que pagar el diezmo. (10)
En 1534, el ingenio pasa a manos de Bernardino Lezcano, hijo de Catalina Guerra. (11)
En 1574, Matías Delgado (mulato) tenía un jornal de 3500 maravedises al mes (acuerdo con Andrea de Argiroffo), por sus trabajo durante la zafra de ese año en el ingenio de Tenoya. (12)
También Andrés de Medina (mulato), servía en el ingenio de Tenoya por 3’5 doblas al mes, más comida y 250 maravedís para vino. (13)
En 1581, un esclavo de Melchor Proceles vecino de Guía trabajaba en el ingenio de Tenoya de Miguel de Moxica. “... su servicio consiste en ir con tres caballos de albarda a la Montaña de Doramas, y desde allí acarrear leña al ingenio, además de transportar toda la leña y planta que le mandare: Por su trabajo y por el de los caballos recibirá su dueño dos reales viejos, -ochenta y cuatro maravedises – por cada caballo, más comida, tanto para el esclavo como para los animales...” (14)
En 1.641, el Maestre de Campo don Juan Alçola y Vergaza, regidor de la isla te Tenerife, en nombre de su esposa doña María de Muxica, vende a Honorato Estacio, una suerte de tierras plantada de caña de azúcar, en el lugar de Tenoya, detrás de las casas de purgar (venían a ser unos almacenes en donde se guardaba el azúcar) del ingenio de dicho lugar. (15)
En 1652 se sigue hablando de las casas de purgar en la Hoya de doña María. Por lo que deducimos que en la Hoya de doña María debían estar algunas de las edificaciones necesarias para el funcionamiento de un ingenio. Es muy probable que en esa zona estuvieran la mayor parte de las instalaciones del mismo. (16)
Haciendo un pequeño resumen de lo hasta ahora tenemos, vemos que:
Juan de Siberio construyó un ingenio azucarero en sus tierras dentro de lo que se denominaba el Valle de Tenoya bien comunicado, con una corriente de agua cercana, y que a mediados del siglo XVII posiblemente estuviese cerca de la Hoya de Doña María, y es por eso que nos preguntamos:

¿Con la toponimia actual y los vestigios que puedan quedar es posible acercarnos a la ubicación original del ingenio?
Es difícil llegar a localizar el sitio exacto en donde se construyó el ingenio, pero creo que podemos tener una aproximación.
Para ello, voy a apoyarme en dos documentos. El primero es una solicitud de tierras que en 1.534 hace Bernardino Lezcano, que dice textualmente: “... me hagan merced de las tierras que van desde la iglesia que hizo Fernando de Bachicao para abajo todo el lomo abajo hasta andar a mis tierras de la parte del barranquillo...” (17)
Con esta descripción, tenemos unas tierras que estaban más bien en los alrededores de un barranquillo cercano a la iglesia que hizo Fernando de Bachicao.
Por otro lado tenemos en un documento del 13 de junio de 1676 una serie de referencias con las que quizás daremos un poco más de claridad al lugar de la ubicación del primitivo ingenio.
En él se nos relata una visita que se hace a la zona de Tenoya por un problema de propiedad de aguas surgido con los vecinos de Teror.
El documento dice lo siguiente:
“...vio y reconoció que al desembocar por la ermita que llaman de Bachicao cuesta abajo, se reconocieron dos caminos, uno que va a Arucas, a dar a las acequias y barranco de Tenoya que sale a mano izquierda y el otro que va a la mano derecha va al dicho lugar de Tenoya y pasa por encima de las casas y ermita de San Pedro a las villas de Guía y Gáldar y en principio y de dicho camino de Arucas, va un barranquillo que no lleva agua sino cuando llueve que llaman de la ermita de Bachicao y por entre dicho Tenoya pasa la acequia principal de dicho heredamiento que baja de hacia la parte de Teror y atraviesa todo el lugar y el dicho barranco seco por la parte alta que va a dar al Almatriche y pasa a la Hoya de doña María que va a dar al Almatriche...”(18) Si analizamos los elementos que se detallan en el texto situándonos justo encima del actual túnel, tenemos que:
Habían dos caminos, uno a la izquierda hacia Arucas denominado Camino Real a Arucas, que subía por el Salvial de Tenoya, pasaba por las Cuatro Esquinas llegando al puente de Tenoya y que a través de San Francisco Javier iba a Arucas, y el otro que a la derecha bajando por la Almatriche a través del casco antiguo de Tenoya, “...por encima de las casas y ermita de Tenoya...”, llegaba al barranco de Tenoya, subía al Portichuelo, llegando a Cardones, Cruz de Pineda, Bañaderos, etc.
Por otro lado se nos dice que: “ ...Si bajamos llegamos al barranquillo que no lleva agua sino cuando llueve y que llaman de la ermita de Bachicao...” (actualmente el conocido como barranquillo de Tenoya).
También se nos describe la visión de una acequia, la “principal del heredamiento de Tenoya” que viene de Teror y atraviesa el lugar de Tenoya y que va a dar a la Almatriche y pasa a la Hoya de doña María.
Si actualmente miramos esa zona, comprobamos que la Hoya de doña María, encaja tanto por su ubicación como por el nombre con la actual finca por todos conocida como Finca de la Hoya (Tenoya).
Por lo que si tomamos todos estos datos objetivamente y teniendo en cuenta que la orografía tenoyera no ha cambiado en los últimos años, vemos como nos vamos ubicando en un lugar en el que si nos fijamos detenidamente, parece que tengamos todos los elementos necesarios que necesitábamos para localizar una zona en la estaría una instalación de esta primera industria insular:
Lugar bien comunicado (Caminos reales desde El Real de Las Palmas hacia Arucas, Firgas, Guía, Gáldar...) tanto para traer leña para el ingenio como para llevar el azúcar a un puerto.
También tenemos un importante cauce de agua, que en este caso es la acequia principal del heredamiento de Tenoya.
Esta iba por la parte alta del actual barranquillo y atravesaba el núcleo poblacional de Tenoya que en el siglo XVII sólo lo formaban la ermita y unas casas a su alrededor.(Según la descripción que tenemos más arriba)
Existe una acequia denominada aún como “acequia vieja”, (19) en el casco antiguo de Tenoya, y que desde el barranquillo atraviesa la zona conocida como Asestadero.
Es muy probable que desde ella salíera un ramal que moviera el ingenio que estaba situado cerca de las casas de purgar, que como vimos antes estaban situadas en la zona de la Hoya de doña María.

Por todo ello, desde nuestro punto de vista, debido no sólo a los datos documentales que aportamos sino a los topónimos que se conservan, creemos que la posible ubicación del ingenio estaría en la zona entre Almatriche de Tenoya y la actual Finca de Curbelo.
Para finalizar, voy a aportar una prueba que a lo mejor es la que corroba esta teoría y no es más que la foto de la estructura de un cubo que aparece al comienzo del artículo, que actualmente sin sin uso aparente hubiera podido hacer que un ingenio azucarero pudiera funcionar.

En las consultas realizadas, no tenemos constancia documental de la existencia de ningún molino de gofio o harinero en esa zona (20)
Aquí podemos ver el cubo muy parecido al de un molino harinero existente actualmente y sin utilidad aparente en esa zona. Dicho cubo es alimentado por un ramal de la conocida como “acequia vieja”.


Para cualquier duda sobre la bibliografía consultada contactar con lalezga@gmail.com

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Bibliografía tenoyera

http://bdigital.ulpgc.es/mdc/texto/pdf/161334_0000.pdf

"USOS, COSTUMBRES Y FIESTAS DE GRAN CANARIA EN EL SIGLO XVIII"

A partir de la página 73, se hace un comentario de la fiesta de San Pedro de Tenoya del año 1.790

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Bibliografía tenoyera

http://bdigital.ulpgc.es/mdc/texto/pdf/231796_0033.pdf

En esta dirección tenemos un gran trabajo titulado "AGUAS DEL BARRANCO DE TENOYA" escrito por el que fuera Cronista oficial de la Villa de Teror, don Vicente Hernández Jiménez.

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martes, 10 de julio de 2007

 

El Balneario del Rincón


Los primeros recuerdos que tengo de la zona denominada el Rincón antes de llegar a Costa Ayala viniendo desde el Auditorio, se remontan a mis años de infancia, cuando desde el Parque de Santa Catalina iba con mi madre a la casa de mi tía pasando por la estrecha carretera que serpenteaba al lado de la Peña de la Gaviota, peña que por otro lado con su casa de madera en lo alto hacía que mi imaginación viajara a mundos de ilusión y fantasía.
Más a delante y en medio de la loma, solo e imponente se encontraba un amarillo edificio, con unas columnas exteriores conocida como la casa de los holandeses.
El Rincón es una zona que a pesar de su cercanía a Tenoya, debido a la orografía del terreno hace que parezca muy lejano.
En mi búsqueda de datos de Tenoya, empiezo a interesarme por el Rincón cuando a comienzos de los años noventa leo en la peana de la imagen de la Dolorosa que está en la ermita y que se utiliza para la procesión de Semana Santa, una inscripción que hace alusión al Rincón y a doña Dolores de armas.
La verdad es que una vez empiezo a indagar sobre esta señora y la imagen, de nuevo vuelvo a encontrarme con un mundo de ensoñación en este rincón de Tenoya.
Haciendo una brevísima reseña histórica sobre el Rincón, vemos que a comienzos del siglo XX, doña Dolores de Armas, hija de una rica familia de Arucas, tiene una casa con sus huertas, vacas, gallinas y un oratorio dedicado a la Virgen de los Dolores.
Este oratorio fue inaugurado el 14 de febrero de 1.907, oficiando don Juan Hernández, párroco interino de la parroquia a donde pertenecía el mismo, la de San Lorenzo.
A este oratorio acudían sacerdotes y religiosos requeridos por doña Dolores la cual tenía un “libro de anotaciones de misas y festejos”, en el cual iban firmando los invitados a las celebraciones religiosas.
Estas fiestas se celebraban en septiembre, y en ellas la Virgen hacía un pequeño recorrido a modo de procesión, hasta llegar a la vista de Casa Ayala, para luego volver sobre sus pasos. Allí se comía, bebía y se quemaban todo tipo de voladores y cohetes, consiguiendo realizar una pequeña fiesta entre los habitantes de estos desolados lugares en aquellos años.
La imagen de la Virgen de los Dolores, fue realizada por don Rafael Bello, el cual era muy asiduo a la finca de doña Dolores, hoy en día esta imagen de vanadera y crecida podemos observarla habitualmente en la ermita de Ntra. Sra de la Encarnación.
Tras la muerte de doña Dolores de Armas estas fiestas empiezan a decaer. (1)
Esos terrenos en la segunda mitad de la década de los años 20 del pasado siglo, eran propiedad de doña Ana Lezcano de la Rocha y de don Antonio Yánez Matos. (Ella descendiente de la familia Lezcano-Muxica, y él descendiente de los Yánez Matos)
Con fecha 6 de junio de 1.930, don Antonio solicita permiso para poder ejecutar obras de alumbramiento de aguas subterráneas en:
“...el subsuelo de la finca de su propiedad denominada “El Rincón” en el pago de Tenoya del Término Municipal de San Lorenzo...”.
El objetivo era: “...proseguir la apertura de tres pozos que ya tiene empezados, llegando el primero a cuatro metros de profundidad, el segundo a veintiséis metros y el tercero a cincuenta metros; la apertura de tres nuevos pozos en los sitios que se señalan en los planos que acompañan a la solicitud y la continuación de dos galerías una de setenta metros que proyecta aumentar en treinta y cinco y otra de cincuenta y cuatro que aumentará en sesenta metros...”, “... de los nuevos pozos ya empezados arrancarán distintas galerías con los rumbos y longitudes que se describen en los planos correspondientes...”. (2)
En octubre de ese año, se realiza el primer análisis serio por parte de un laboratorio a las aguas que durante años habían curado las heridas de los enfermos que habían acudido a él para sanar sus llagas. Estas aguas fueron gestionadas por la Comunidad de Aguas del Rincón, y es curioso comprobar la historia del manantial que la podemos encontrar en el Informe Pericial Médico que sobre las mismas se realiza con motivo del “Expediente de declaración de Utilidad Pública” que sobre las aguas se inicia en los años treinta. Este manantial incluso era termal puesto que su agua manaba a unos 27º (3)
En agosto de 1930 ya existía una Comunidad de aguas del Cristo (El Rincón) cuya sede estaba situada en la calle Triana, nº 40, el edificio que ocupaba fue diseñado por el arquitecto don Francisco de la Torre Sarmiento, siendo su año de proyecto 1.880, (4)
Según el Instituto Provincial de Higiene de Canarias Orientales, el agua de dicho manantial reúne las condiciones del Real Decreto de 22 de Diciembre de 1.908 y de 14 de septiembre de 1.920. (5), por lo que los propietarios deciden no sólo envasarla sino también distribuirla por todo lo largo y ancho de la isla además de preparar la infraestructura para que los que quisieran pudieran disfrutarlas en baños. Llegó a tener una planta de embotellado en la que llegaron a trabajar algunos vecinos de Tenoya
A partir de 1.931, se vuelca la publicidad en promocionar dichas aguas. “... Se las comparaba, por su composición, con las célebres de Badem-Badem en Alemania...”.
El agua del Rincón, según esta propaganda, servía para todo, “...curando desde los huesos maltratados hasta las enfermedades del corazón, hígado, obesidad, diabetes, etc. ...” (6)
Con el paso de los años entre los años 1.934 –1.935 aparece en diferentes periódicos de la época publicidad referente a esta agua.
El 24 de mayo de 1.934, se inaugura oficialmente el balneario, según reza en la prensa de la época:
“... se inaugura el Balneario en el que podrán beneficiarse de los efectos terapéuticos de esta agua cuantos deban emplearlas en cualquiera de las formas de aplicación externas. Y teniendo presente la comunidad la importancia innegable de su fuente hidromineral, con la afluencia de bañistas que necesariamente han de concurrir a utilizar sus aguas, no ha escatimado sacrificios para dotar a su balneario de las exigencias que reclame la mayor comodidad que pueda proporcionarse a sus visitantes.
Balneario en los años 30Se ha construido una planta de edificio distribuida en diez cámaras con sus tinas, cuarto de vestir y doble juego de entradas para garantizar en caso preciso la mayor seguridad a los bañistas que reclamen la ayuda del personal del balneario, puede partirse desde el balneario para excursiones por las huertas colindantes que ofrecerán el doble aliciente de los encantos del mar y del campo. Y facilitar el acceso al lugar, los servicios ya contratados de una empresa de guaguas que por la tarifa módica de 0.70 ctmos, por ida y vuelta conducirán a los bañistas y visitantes, hallando todos ellos un bar anexo al balneario y en el que han de ser atendidos cumplidamente en los menesteres propios del mismo. La distancia a recorrer partiendo de la salida de las guaguas que se establecerá junto al Parque Santa Catalina en el Puerto, será de unos cuatro kilómetros y los servicios de transporte, se harán con toda precisión y comodidades que permita el número de bañistas.
Este balneario se inaugurará mañana a las cinco de la tarde....” (7)
A partir de Enero de 1.935 y a través de la prensa nos hacemos eco de las mejoras en el establecimiento, entre las que destacamos el anuncio siguiente:
AVISO AL PUBLICO: Balneario del CRISTO-RINCON
Vencidas las dificultades que impedían la instalación de baños calientes, complace a esta Empresa notificar a su numerosa clientela que ya podemos servir los baños a la temperatura que soliciten. Siendo por tanto estos a la vez que útiles agradables ( 8)
Posteriormente, debido a la gran efectividad que entre los pacientes tiene la utilización de las aguas, los mismos donan un Cristo, el cual es colocado en las instalaciones en septiembre de 1.935. Motivo por el cual se celebra en las instalaciones una pequeña fiesta.
“... Esta noche y mañana 28 y 29 del corriente se celebrarán los actos siguientes con motivo de la colocación de un Cristo, donado por varios enfermos que han encontrado la salud en esta agua.
Programa:
Día 28: Por la noche, gran verbena quemándose varias piezas de fuegos artificiales. Amenizará el acto la Agrupación Armonía. Como final de la verbena tendrá lugar un animado baile.
Día 29; a las 9 de la mañana, desayuno infantil por invitación del balneario Cristo-Rincón, servido por el restaurante de dicho balneario. El servicio de transporte será de cuenta de la empresa del aludido balneario.
A las once se correrá el velo de la Imagen del Cristo, que como se ha dicho, ha sido donada por varios enfermos curados por estas maravillosas aguas.
A este acto asistirá don Antonio Espinosa, superior de las escuelas salesianas, quien pronunciará unas palabras alusivas al acto.
Bar del balnearioA las cuatro, paseo en la terraza y explanada del balneario amenizado por la agrupación Armonía que ejecutará lo mejor de su repertorio...” (9)
Hasta el 18 de julio de 1.936 estuvo funcionando a pleno rendimiento tal y como nos lo notifica Gregorio Martín Díaz, a partir de ahí perdemos la pista de lo que pudo pasar con este balneario de milagrosas aguas.
“...Pues bien, aquella mañana la estancia de mi madre en el balneario de el Rincón fue más corta que de costumbre. Las circunstancias imperante precipitaron su regreso a casa...” (10)
De sus efectos maravillosos sobre la salud de los bañistas tenemos diferentes testimonios que nos hacen imaginar lo importante que para los vecinos de la capital llegaron a ser dichas aguas, de las que se llegó a fabricar incluso unas medicinas denominadas “RINCOPIN” y “RINCOGONO”, (11)
En estas fechas todo lo que quedaba del Balneario a la orilla del mar, ha desaparecido bajo la piqueta, para evitar el que se utilizaran sus muros como infraviviendas, ya del Balneario del Cristo-Rincón solo queda el recuerdo y por eso quiero que el mismo perdure con estas notas.

Para cualquier duda sobre la bibliografia consultada contactar con: lalezga@gmail.com

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